La secreción ocular es un síntoma que puede variar en color, consistencia y causa. En el blog anterior hablamos sobre las posibles causas y algunas recomendaciones para los ojos rojos, y como complemento, en este artículo mostraremos la relación entre el ojo seco y la secreción ocular.
La secreción ocular puede verse de diversas maneras, desde una lágrima clara hasta secreciones más densas y coloreadas. Cada tipo de secreción puede ser el indicio de diferentes condiciones oculares. La secreción clara podría ser resultado de irritaciones menores, mientras que tonos amarillos o verdes podrían apuntar a una infección bacteriana. Identificar el tipo de secreción, es la clave para identificar la causa de la posible infección y determinar el tratamiento.
La conjuntivitis, comúnmente conocida como «ojo rojo», es una de las principales causas de secreción ocular. Esta infección, ya sea viral o bacteriana, puede provocar la producción de una secreción amarilla o verde, que suele ir acompañada de enrojecimiento, picazón y sensibilidad a la luz. La conjuntivitis requiere atención médica para un tratamiento adecuado y prevenir su contagio.
Las alergias pueden desencadenar la secreción ocular como parte de la respuesta inmunológica del cuerpo. La exposición a alérgenos como polen, polvo o pelo de animales puede generar una respuesta inflamatoria, dando como resultado ojos llorosos y secreción. Identificar y evitar el contacto con los elementos alérgenos, y el uso de antihistamínicos bajo supervisión médica, son acciones que ayudaran a mitigar o aliviar estos síntomas.
Aunque pueda parecer contradictorio, el ojo seco también puede ser una causa de secreción ocular. La falta de lágrimas de calidad puede llevar a la irritación y al aumento de la producción de mucosidad como una respuesta protectora. El parpadeo insuficiente, entorno seco o factores hormonales pueden contribuir al síndrome del ojo seco. El uso de lágrimas artificiales y mantener una buena hidratación ocular pueden ser clave para aliviar la secreción en estos casos.
Lesiones o la presencia de cuerpos extraños en el ojo pueden provocar la secreción ocular como un mecanismo de defensa. En estos casos, la secreción puede contener sangre y requerir atención médica inmediata. Evitar frotarse los ojos, enjuagar suavemente con solución salina y buscar asistencia médica son pasos esenciales para prevenir complicaciones.
La secreción ocular puede ser un indicador visual importante de la salud ocular. Comprender los diferentes tipos de secreción y sus posibles causas es importante para abordar el problema de manera efectiva. Como siempre, la mayor y mejor recomendación es buscar la orientación de un profesional de la salud ocular para un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.
Rodrigo Ernesto Barrera Rodríguez
Oftalmólogo – Fundonal
